Pues eso, sigo aquí dando forma a este sitio. Hoy no estoy muy fina, más bien espesa... Acabo de llegar de las reuniones de las PAU, que siempre me recuerdan a esa peli en la que un tipo revivía una y otra vez el mismo día. No sé si he caído en un agujero negro o tengo un "dejà vu", aunque estaba tan cansada cuando he lleguado a casa, que ha podido ser un sueño. Bueno. A ver si mañana, con las pilas puestas, os convenzo de que entréis aquí y al menos saludéis (es de buena educación). Yo ahora sólo estoy "pá" sopitas. Por cierto, encontraré al que me ha hecho vudú:
Poned un coche encima y esa soy yo. (jo...falta la muleta... ¿me la habrán robado?). Pero dejad de clavarme agujas... que no me caben más.
Pues hay una cuestion quiero que solucionéis ahora que tenéis un rato: ¿Qué locura paranoica me ha hecho llamar a este blog "Los trabajos y los días"? ¿Os parece apropiado? Si no me contestáis os suspendo (o así: os machaco, lloro, pataleo...): mi cabeza depende de eso. Mi profesor me vigila de cerca y no podré jurar que tengo buenos chicos si no me echáis una mano (Plis, plis...)
Recordad que la busqueda en google entre comillas busca la expresión exacta, y que la Wikipedia recoge todo, menos a mi Sempronia y las Lemuria. Un saludo (pequeñito, que no me quedan fuerzas)
