martes, 25 de noviembre de 2008

¡aleluyah!


En la iglesia siempre hay un señor (el cura) que dice "aleluya"... y todo el mundo le hace caso e incluso lo repite sin saber qué está diciendo. Pero cuando un personaje como yo, con síndrome de Casandra, recibe un mensaje de sus fieles... sí tiene derecho a cantar loores. Uno de mis alumnos, voluntariamente, ha entrado y ha cotilleado... un pequeño paso para la magistra... pero un gran paso para los blogueros. Gracias.... B7S, Carmen.

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